La Escuela Ocupacional Antolín Santos Negrón fue fundada en marzo del 2008, con 115 estudiantes provenientes de la Escuela Superior Juana Colón de Comerío. Para ese mismo año, le es otorgado el nombre de Antolín Santos Negrón, un reconocido comerieño, maestro, animador y servidor público, quien compartió con nosotros tan merecido galardón.
Desde su fundación hasta la fecha, la Escuela Vocacional ha incrementado la cantidad y calidad de sus programas educativos, así como la representación en competencias nacionales e internacionales y sus vínculos con la comunidad comerieña. En agosto de 2008 y respondiendo a las necesidades de la comunidad, comienza las certificaciones en Artes Culinarias, Técnico de Emergencias Médicas y Enfermería Práctica, sumándose a los cursos de Cosmetología, Ebanistería, Oficinista de Contabilidad y Asistente de Procesamiento de Información, provenientes de la Escuela anterior. En el 2012, se abré el curso de Barbería y Estilismo y en la actualidad, se realizan procesos para abrir programas tales como: Dibujo arquitectónico, Cultivo Hidropónico, Facturación a Planes Médicos, Banca y Servicios relacionados, entre otros.
Datos Biográficos de Antolín Santos Negrón
Antolín Santos Negrón nace en Comerío, Puerto Rico, el día, 10 de septiembre de 1945. Sus padres son Antolín Santos González y Margarita Negrón Santos. Antolín es el cuarto hermano de una familia de siete.
El ambiente campesino y humilde, carente de lo necesario para mitigar las necesidades básicas del hombre fue la cuna de su nacimiento y desarrollo. Antolín crece junto a sus hermanos y familiares en una finca privada que el propietario prestaba a sus residentes, a cambio del trabajo diario y de ser sus sirvientes, a lo que conocían como vivir de agregado. La rústica casa que carecía hasta de un piso de madera y cuya base era la tierra en algunas áreas, sirvió de vivienda a esta familia por muchos años.
Comienza la edad escolar. El tiempo del niño Antolín se dividía en: hacer los trabajos requeridos por el propietario de la finca y realizar las tareas de la escuela. Aún así, aprovechó toda oportunidad que se le presentó a pesar de la carencia económica y cultural.
Estudia los primeros años de su vida en la escuela elemental del Barrio Piñas Arriba. Mientras estudiaba el sexto grado, un terrible huracán "Santa Clara", azota a la isla y gracias al proceso de desarrollo que había comenzado el gobierno de Puerto Rico, bajo la dirección de Don Luis Muñoz Marín, su familia consigue mudarse a una nueva casa donde el dueño era su propia familia sin tener que comprarla. Así, termina como su vida como agregado. Sin embargo, la lucha por la supervivencia continúa laborando en las plantaciones de tabaco, buscando el agua en el pozo y las cargas de leña para su casa.
Desde aquí, se traslada a la escuela secundaria en la Barriada Pasarell de Comerío, donde comenzó, constaba de 23 compañeros y ya, en noveno grado, quedaban sólo dos. Finalmente, el ambiente desgarrador interrumpió la carrera que del más aprovechado de los estudiantes, lo que causa que Antolín quedara sólo en el grupo para completar sus estudios. Cruzando un mar de dificultades, Antolín logra uno de sus más anhelados sueños, terminar sus estudios de cuarto año.
Al finalizar su escuela superior, las alternativas para continuar estudios eran lejanas. Por esa razón y por causa de un evento que sucede en la orientación escolar, toma la decisión de ir a laborar en las fincas de los Estados Unidos como era la costumbre de la época en su barrio. Así llega a una nueva vida en tierras muy lejanas. El camino fue arduo, el idioma diferente, las costumbres eran foráneas y la inmensidad de la planicie no se comparaba con su pequeño barrio. Ocupó varias posiciones de trabajo desde recoger tomates, lavar bandejas y platos en restaurantes hasta servir en una fábrica de costura.
Al cabo de un año, se encontró de regreso a su país. Ya en él, nace una nueva esperanza de estudio. Con la aportación que hace el gobierno, logra obtener una beca, una oportunidad de definitivamente, no pudo desaprovechar. Sin pensarlo mucho, ingresa a la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto de Barranquitas. A los dos años, se traslada al Recinto de Hato Rey y termina sus estudios. Completó un bachillerato en Artes con concentración en Educación Intermedia y Superior. Más tarde, se matricula en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras y termina una concentración en la enseñanza del idioma inglés.
A los 21 años, comienza a trabajar como maestro de inglés en la Escuela Secundaria de Pasarell. Sus estudiantes lo describen como un maestro ejemplar, dispuesto a dar el 100% por sus estudiantes. Luego, estudia una maestría en Administración y Supervisión Escolar en la Universidad de Phoenix. De maestro, pasa a ser director escolar, primeramente en la Segunda Unidad Oscar Porrata Doria y luego, en la Escuela que lo educó, la Secundaria de Pasarell, ya conocida como Escuela Superior Juana Colón de Comerío.
Contrae nupcias el, 6 de junio de 1970, con la Sra. Raquel Pérez Nieves, con quien vivió hasta su último día, en feliz matrimonio. Procrearon tres hijos: Rafael Enrique Santos Pérez, quien trabaja como ingeniero, Antolín Santos Pérez, a quien se conoce como "Lalo", un excelente manejador de artistas y, su tercer retoño es, Arnaldo Santos Pérez, conocido como "Naldo" quien es compositor, productor, músico y cantante destacado en el género de reguetón. A la familia Santos Pérez, Dios la ha bendecido con la presencia de dos nietas: Frances Nicole Santos Martínez y Sol Santos Pérez.
Entre las habilidades que lo distinguían, además de hacer amigos con facilidad, Antolín fue animador, locutor, maestro de ceremonias de actividades multitudinarias, lo cual lo llevó a toda la isla y fuera del país. Se destacó como animador y maestro de ceremonias del Primer Concurso de Trovadores, Puerto Rico en Nueva York.
En el 2006, fue diagnosticado con Cáncer en el intestino delgado y en el hígado. Condición con la que luchó por seis años. El 15 de marzo de 2008, por su legado educativo y comunitario, la nueva Escuela Vocacional del pueblo de Comerío fue honrada con su nombre, en una hermosa y muy merecida exaltación.